El Piloto Privado (PPL) es la licencia inicial con la que se introduce en el mundo de la aviación. Si lo que se busca es disfrutar del placer de volar, solo o acompañado, la licencia de Piloto Privado (PPL) es más que suficiente. Se puede optar a pilotar cualquier aeronave de un solo motor, siempre que el vuelo se realice en un entorno no remunerado. El piloto deportivo o lúdico (no profesional) puede requerir volar en condiciones diferentes a las de un sencillo vuelo de placer, como pueden ser desplazamientos personales por necesidad, vacaciones, familiares, trabajo, etc., la ampliación de la licencia puede mejorar y aumentar sus posibilidades. Se puede hacer una especialización para volar en condiciones meteorológicas adversas o para poder volar de noche (Habilitación de Vuelo por instrumentos IR) y una ampliación de la licencia para volar en aeronaves de más de un motor, conocidas como multimotores (Habilitación avión Multimotor MEP), para tener la posibilidad de volar en aviones de características más avanzadas.
Si lo que se desea es hacer de la pasión por volar una forma de vida, la carrera de Piloto Profesional es la opción más indicada. Pilotando aviones de pasajeros, transportando carga, órganos para trasplantes, servicios de ambulancia aérea, Jets privados para aerotaxi, fumigación aérea, extinción de incendios forestales, vuelos publicitarios, enseñanza, etc., la aviación es su forma de vida. La Licencia de Piloto Comercial (CPL) con la ampliación a Piloto de Transporte de Línea Aérea (ATPL) es la base con la que se introducirá en el mundo laboral actual. Normalmente el Piloto Profesional se encontrará en su día a día con condiciones muy variadas, por lo que la especialización en vuelo Instrumental (IR) es casi imprescindible, así como la necesidad de volar diferentes tipos de aeronaves, incluyendo las más avanzadas multimotores, por lo que la Habilitación Multimotor (MEP) se hace indispensable para poder ejercer como Profesional del sector.
Todo el proceso de formación se realiza con cursos modulares.